Cómo fomentar la inteligencia emocional
Una semilla para el futuro
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, entender y gestionar las propias emociones, así como las de los demás. Es una habilidad fundamental para el desarrollo personal y social, y se puede empezar a fomentar desde la infancia.
En los primeros años de vida, los niños están desarrollando su cerebro a un ritmo acelerado. Es un momento clave para ayudarles a aprender a identificar y gestionar sus emociones.
Elsa Punset, en su libro “Educar con inteligencia emocional”, afirma que “los niños aprenden por imitación”. Por eso, es importante que los adultos que rodean al niño sean modelos de comportamiento emocional saludable, esto es, ¿cómo puedo enseñar a autorregular las emociones a mis hijos si yo no he aprendido a identificar y a gestionar las mías?
Daniel Goleman, en su libro “Inteligencia emocional”, identifica cinco habilidades emocionales básicas:
- Autoconciencia: Ser capaz de reconocer y entender las propias emociones.
- Autorregulación: Ser capaz de controlar las propias emociones y conductas.
- Motivación: Ser capaz de motivarse a sí mismo para alcanzar metas.
- Empatía: Ser capaz de entender las emociones de los demás.
- Habilidades sociales: Ser capaz de construir y mantener relaciones positivas con los demás.
“Los niños aprenden por imitación. Por eso, es importante que los adultos que rodean al niño sean modelos de comportamiento emocional saludable.”
Elsa Punset
Algunos consejos prácticos:
1. Crear un ambiente seguro y de confianza
El niño necesita sentir que está en un ambiente seguro y de confianza para poder expresar sus emociones libremente. Los adultos que rodean al niño deben ser comprensivos y respetuosos con sus emociones, incluso cuando sean negativas.
2. Hablar sobre las emociones
Es importante hablar con el niño sobre sus emociones. Ayúdale a identificarlas y a ponerles nombre. También puedes hablarle sobre las emociones de los demás.
3. Fomentar la expresión de las emociones
El niño necesita aprender a expresar sus emociones de forma saludable. Ayúdale a encontrar formas adecuadas de expresar su alegría, tristeza, enfado, etc.
4. Aprender a gestionar las emociones
El niño necesita aprender a gestionar sus emociones de forma saludable. Ayúdale a desarrollar estrategias para controlar sus emociones cuando se sienta abrumado.
5. Ser un modelo de comportamiento emocional saludable
Los niños aprenden por imitación. Sé un modelo de comportamiento emocional saludable para tu hijo.
Algunos consejos prácticos
- Llama a las emociones por su nombre. Cuando el niño esté expresando una emoción, ayúdale a identificarla y a ponerle nombre. Por ejemplo, si el niño está llorando, puedes decirle: “Parece que estás triste”.
- Valida las emociones del niño. Ayúdale a entender que sus emociones son válidas, incluso cuando sean negativas. Por ejemplo, si el niño está enfadado, puedes decirle: “Entiendo que estés enfadado”.
- Ayuda al niño a encontrar soluciones. Cuando el niño esté experimentando una emoción negativa, ayúdale a encontrar formas de resolver la situación. Por ejemplo, si el niño está enfadado porque no puede jugar con un juguete, puedes decirle: “¿Quieres que juguemos a algo diferente?”.
Conclusión
Fomentar la inteligencia emocional en los niños desde la infancia les ayudará a desarrollar habilidades que les serán útiles a lo largo de su vida.
Si quieres tener más información acerca de cómo fomentar la inteligencia emocional, os compartimos dos lecturas imprescindibles para adentrarse en este maravilloso mundo de la inteligencia emocional.
- Punset, Elsa. (2015). Educar con inteligencia emocional. Barcelona: Planeta.
- Goleman, Daniel. (2012). Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.